sentido
Saciada del cariño de tus manos
del sonido ventoso de mi piel en tus besos
saciada del rojo furioso de tus labios
de ese secreto enredado en mi mente: tu verbo.
Lánguida y enverdada, florecida, caliente
tierna, suave, algodonada y bella
reposada, serena, fiel, silente.
Fuera no sé si hay luna
si los pájaros cantan.
Lejos no sé si hay mundo
y, en realidad, no importa,
sé que te amo
y que yaces conmigo
y eso confiere
un sentido inmediato a las cosas.