Peter Pan:
Déjame una sonrisa para montarme en ella
y volar hacia el país donde nacimos,
para entramar el cuento de los sueños…
cuando cerrar los ojos era el mayor esfuerzo
o enormemente fácil.
Déjame una caricia imaginaria
por deslizarme en ella
y resbalar al deseo más manso y más salvaje
que cuando siendo niños disfrutábamos tanto
sintiéndonoslo todo tan ancho como el mar.
Cuando los monstruos tenían rostros
que no eran ni humanos ni divinos
Cuando el miedo era dejar
de ser un brote de cariño.
Mírame y siente conmigo
que todo eso se ha perdido
en el cajón desastre del olvido
gracias al laberinto del recuerdo
que nos hacen recorrer día a día…
Mírame y sé conmigo
y juega a reconstruir en el camino
del puzzle de las cosas,
el vuelo inconfundible de la vida
en nuestro corazón.